Hasta hoy viví al servicio de las niñas
y no sin gloria milité; mis armas
tenga y mi lira jubilada
esta pared que el lado izquierdo
protege de la Venus de los mares.
Aquí, aqui colocad las teas lúcidas,
las palancas y arco que fueron
peligro para cerradas puertas.
¡Oh, diosa que posees la feliz Chipre,
reina de Menfis, de sitonias nieves
ignorante, una vez tu excelsa
fusta a la altiva Cloe castigue!
Odas libro III 26, Horacio