y tan espléndidas como cualesquiera que haya visto
desde entonces
en las cataratas Scudder del Schuylkill
a la vera de cuya corriente parece que recuerdo a un fulano
sentado en una choza sin hacer nada
sin pescar, no más mirando el agua,
un hombre que frisaría en los cuarenta y cinco
nada cuenta excepto la calidad del cariño
boca, es el sol que es la boca de dios
Cantares completos - Tomo III, Ezra Pound
