jueves, 29 de abril de 2010

Los ángeles cabalgan a lomos de una tortuga
y el destino de los hombres es arrojar piedras a la rosa
Mañana morirá otro loco:
de la sangre de sus ojos nadie sino la tumba
sabrá mañana nada.

Poemas del manicomio de Mondragón, Leopoldo María Panero.