Un fuego divino nos insta, día y noche,
a seguir avanzando. ¡Ven, pues! Salgamos al aire libre,
vayamos a buscar lo que es nuestro, por lejos que sea.
Una cosa es segura: que sea mediodía
o se acerque la noche, siempre rige
una medida común para todos. Cada uno
persigue esa meta y alcanza hasta donde puede.
Poesía completa, Hölderlin