martes, 25 de mayo de 2010

Os maldigo, malditas tinieblas del Infierno
que devoráis todas las cosas bellas:
os llevasteis mi hermoso pajarillo.
Mi pobre gorrioncillo, ¡qué desgracia!
Por tu causa los ojos de mi niña
están rojos e hinchados de llorar.

Catulo, trad. Aníbal Núñez